Sighișoara es una ciudad que te hace retroceder en el tiempo hasta los siglos medievales, cuando los sajones alemanes se asentaron en Transilvania. Con su deslumbrante arquitectura y fortificaciones bien conservadas, Sighișoara es una de las ciudades medievales más bonitas y auténticas de Europa. Su ciudadela forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO y alberga el lugar donde nació el temido Drácula.
Historia
Los orígenes de Sighișoara se remontan a la época romana. Durante el siglo I d.C., los dacios (antiguos habitantes del territorio actual de Rumanía) construyeron una fortificación llamada Sandava. Bajo los romanos se conocía como Castrum Stenarum. Mucho más tarde, en el siglo XII, el rey de Hungría invitaba a artesanos y mercaderes alemanes, conocidos como sajones de Transilvania, a asentarse allí y defender las fronteras de su reino.
Durante el siglo XII, los sajones de Transilvania construyeron una nueva ciudadela que recibió el nombre de Schaäßburg. Fue una de las siete ciudadelas fortificadas que los colonos alemanes construyeron en esta región, por eso también recibía el nombre de Castrum Sex (Fuerte Seis). Hacia 1337, Sighișoara se había convertido en un importante lugar para los reyes, concediéndole estatus de ciudad en 1367 como Civitas de Segusvar.
En los siglos XIV y XV, el crecimiento económico registrado por los artesanos y comerciantes de Sighișoara proporcionó los medios económicos para reforzar y ampliar la ciudad. Se construyó un fuerte sistema de defensa dotado de 14 torres y varios baluartes provistos de artillería. Cada torre fue construida, mantenida y defendida por un gremio. Entre las más llamativas se encuentra la Torre del Reloj del siglo XIV, que vigilaba el acceso a la parte alta.
Durante el violento siglo XV, Sighisoara se convirtió en el segundo centro político de Transilvania, después de Sibiu. Su nombre rumano, Sighișoara, fue mencionado por primera vez en 1431 por el príncipe Vlad Dracul, padre de Vlad el Empalador (quien inspiró la creación ficticia de Bram Stoker, el Conde Drácula.). Aunque se sabe con certeza que el famoso Vlad nació allí, no hay pruebas históricas sobre el lugar de su nacimiento.
Todo sobre Sighișoara
Sighișoara no era la mayor ni la más rica de las siete ciudadelas amuralladas sajonas de Transilvania, pero se ha convertido en una de las más populares. Es una de las ciudades medievales más bonitas y mejor conservadas de Europa con sus calles, su arquitectura medieval original y una mezcla mágica de callejones empedrados, escaleras empinadas, plazas solitarias, torres y torreones casi intactos.
De hecho, el centro de Sighișoara es el que ha conservado de forma ejemplar las características de una pequeña ciudad fortificada medieval y ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. La ciudad se divide en dos partes. La zona medieval es la parte alta, ya que se construyó en la cima de una colina, y se conoce como la Ciudadela (Cetatea). La parte baja de la ciudad se encuentra en el valle del río Târnava Mare.
Torre del Reloj
Todavía existen nueve torres de las 14 originales, pero la mayoría de ellas están cerradas al público. La Torre del Reloj, símbolo de Sighișoara, vigila la entrada a la ciudadela. Se construyó en el siglo XIV y fue ampliada en el XVI. Las cuatro pequeñas torretas de las esquinas simbolizaban la autonomía judicial del Ayuntamiento, ya que era el lugar de reunión del Consejo Municipal hasta 1556. Desde 1899, alberga el Museo de Historia.
Ofrece unas vistas privilegiadas al casco antiguo y a las casas sajonas del siglo XVI que bordean las estrechas calles empedradas. En el siglo XVII, se colocó en lo alto de la torre un reloj de dos esferas, con figuritas talladas en madera; una de las cuales miraba a la ciudadela y otra a la parte baja. Este reloj ha funcionado ininterrumpidamente desde la Edad Media.
Plaza de la Ciudadela o Piata Cetatii de Sighișoara
Esta plaza es la más grande de las plazas de la ciudadela y tiene un encanto muy especial. Con su aspecto medieval y la Torre del Reloj despuntando al fondo, cuenta también con coloridas casas a su alrededor que le dan un toque más alegre. Ningún edificio de esta plaza sobresale por belleza o importancia sobre el resto; todo está en perfecta armonía. En sus antiguos edificios se han instalado tiendas de recuerdos y restaurantes.
Iglesia del Monasterio de los Dominicos
No muy lejos de la Torre del Reloj se encuentra esta iglesia, documentada por primera vez en 1298 como parte de un asentamiento monástico dominicano. Se convirtió en la principal iglesia luterana de los sajones en 1556. El complejo monástico fue demolido en 1888 y su lugar fue ocupado por el actual ayuntamiento. De la estructura original sólo se conserva la iglesia, construida en estilo gótico tardío.
La iglesia fue restaurada en el siglo XV y en el XVI tras el gran incendio de 1676. Las últimas reparaciones se realizaron en 1894 y 1929, cuando adquirió su aspecto actual. En el interior se pueden admirar objetos artísticos de gran valor, como la pila de bronce de 1440, el marco de la puerta de piedra tallado en 1570 en estilo renacentista transilvano, la colección de alfombras orientales de XVI y XVII, un órgano barroco y un bonito retablo de 1680.
Escalera de los Estudiantes
Al final de la calle de la Escuela y conectando la plaza de la Ciudadela con la iglesia de la Colina, la escalera de los Estudiantes o Scara Scolarilor constituye una interesante manifestación de arquitectura medieval. Construida en 1642, la escalera-pasillo cubierta buscaba facilitar y proteger a los alumnos y feligreses que subían a la escuela y a la iglesia en invierno. La escalera tenía 300 escalones, pero se redujo a 175 después de 1849.
Casa de Vlad Drácula
La Casa de Vlad Dracul se encuentra en la plaza de la Ciudadela, cerca de la Torre del Reloj. Se dice que en esta casa de color ocre nació en 1431 Vlad Tepes, la inspiración para el famoso Drácula de Bram Stoker, y vivió hasta 1435. Sobre la entrada cuelga un dragón de hierro forjado. La planta baja de la casa sirve de restaurante, mientras que el primer piso alberga el Museo de Armas.
Por sus hazañas, se le concedió la Orden del Dragón, de ahí el título de Dracul (la palabra latina para dragón es draco). Mientras que en la época medieval los dragones servían como símbolos de independencia, liderazgo, fuerza y sabiduría, la asociación bíblica del diablo con la serpiente que tentó a Adán y Eva dio al dragón con forma de serpiente connotaciones de maldad. Así, la palabra rumana Dracul significa en español tanto dragón como diablo.
Torres de Sighișoara
Como hemos mencionado antes, de las 14 torres que construyeron los gremios artesanales sajones alrededor de las murallas de la ciudad para protegerla de las incursiones turcas, en la actualidad se conservan nueve torres y dos baluartes. Estas construcciones almacenaban municiones y víveres; y estaban provistas de ventanas de tiro para cañones, proyectiles y flechas.
Las supervivientes son: Torre de los Herreros (Turnul Fierarilor), Torre de los Carniceros (Turnul Macelarilor), Torre de los Zapateros (Turnul Cizmarilor), Torre de los Peleteros (Turnul Cojocarilor), Torre de los Cordeleros (Turnul Franghierilor), Torre de los Sastres (Turnul Croitorilor), Torre de los Curtidores (Turnul Tabacarilor) y Torre de los Hojalateros (Turnul Cositorilor). Además de la Torre del Reloj (Turnul Ceasului).
Todos estos lugares son los más destacados de la ciudad de Sighișoara, pero no te olvides de las casas del interior de la ciudadela. Estas muestran los rasgos principales de un pueblo de artesanos. Además, también hay algunas casas que pertenecieron al antiguo patriciado, como la Casa Veneciana.