Hay lugares que curan, destinos mágicos como los manantiales minerales o los bosques primigenios. Algunos poseen cualidades que se dice que alivian diversas dolencias, otros pueden levantar el ánimo. Y lo que es mejor, muchos se encuentran en destinos deslumbrantes que quizá ya estén en tu lista de viajes. En estos ocho lugares para desconectar de lo que nos rodea la magia está asegurada.
Mar Muerto, Israel
Además de ser absolutamente impresionante, este lago salado sin salida al mar es conocido desde hace tiempo por sus propiedades para la salud. Desde la aplicación del barro negro sobre la piel para exfoliarla y aliviar enfermedades cutáneas como la psoriasis, hasta su supuesto poder natural para remediar el asma, la artritis, la osteoporosis y otros problemas, la masa de agua también cuenta con un bajo contenido de polen y otros alérgenos.
¿Otra característica única? A 400 metros por debajo del nivel del mar, los dañinos rayos UV se filtran a través de una capa de evaporación sobre el Mar Muerto, la capa de ozono y una capa atmosférica adicional. Se dice que esto significa que los bañistas pueden absorber los efectos beneficiosos de la vitamina D de los rayos del sol, sin riesgo de quemaduras solares y los consiguientes daños en la piel. Uno de los mejores lugares para desconectar, sin duda.
Isla de Yakushima, Japón
Si bañarse en el bosque es bueno para el alma, entonces uno con la naturaleza bajo la sombra vigilante de árboles que llevan allí desde tiempos inmemoriales debe recargar tus células. Esta especial región montañosa de selva tropical que cubre una quinta parte de la isla es un popular «lugar de energía» en Japón, admirado por los japoneses por su capacidad curativa.
En este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, cada pico es venerado como el hogar de los dioses, y hay muchos santuarios sagrados alrededor de la isla. Un cedro gigante conocido como Jōmon Sugi, que los científicos estiman que tiene entre 2.000 y 7.200 años, reside aquí y se dice que es el árbol más antiguo de la isla. Al Jōmon Sugi, y a una serie de árboles milenarios, también se les atribuyen propiedades curativas.
Salinas de Jan Thiel, Curazao
Nada más llegar a esta isla del Caribe holandés, el ambiente espiritual es prácticamente palpable. Sí, los flamencos salvajes son un espectáculo para la vista, pero no se comparan con la transformación que supuestamente se produce en estas famosas salinas. Los visitantes descubrirán que es casi imposible hundirse en el fondo de estas piscinas minerales naturales (muy parecidas al Mar Muerto) debido a la alta concentración de minerales.
Gracias a la magia del «dushi» (palabra que significa dulce en la lengua nativa del país) de Curaçao, una transformación espiritual en los vórtices curativos, como se les llama, que hay por toda la isla es bastante habitual. Bañarse en estas salinas puede calmar los brotes de la piel, hacer que te sientas en sintonía contigo mismo y limpiarte de cualquier energía negativa que se aferre a ti. Además, es uno de los lugares para desconectar menos conocidos.
Spotted Lake, Valle de Okanagan, Canadá
La ciudad de Osoyoos alberga el Spotted Lake («lago manchado»), rico en minerales, conocido por los pueblos de las Naciones Originarias de Canadá de la zona de Osoyoos como Kliluk, un lugar sagrado que se ha utilizado durante siglos con fines curativos. El lago, de color azul verdoso y amarillo cambiante, es sencillamente de otro mundo (la superficie moteada cambia en los calurosos meses de verano al evaporarse los minerales del agua).
También contiene una de las mayores cantidades del mundo de calcio, sulfatos de sodio y sulfato de magnesio. Además, el lago también contiene niveles asombrosamente altos de otros ocho minerales, así como pequeñas dosis de otros cuatro, entre ellos la plata y el titanio. Se afirma que cada círculo o «punto» del agua tiene sus propias propiedades medicinales y curativas.
Cascate del Mulino, Italia
La Cascate del Mulino es la cascada termal de la Toscana famosa en Instagram, aunque a menudo se confunde con el lujoso hotel Terme di Saturnia y las aguas termales de al lado. Mientras que Terme di Saturnia es una parada de descanso, no hay nada mejor que el agua azul de Cascate de Mulino, donde la entrada es gratuita y está abierta las 24 horas del día. Aquí, una corriente de agua termal se filtra a través de las piscinas naturales de piedra caliza para crear una experiencia sublime, con temperaturas que rondan los 37°C.
Baño de arena de Ibusuki, Kagoshima, Japón
¿Qué es un baño de arena? El onsen de arena de la prefectura de Kagoshima es el único baño de arena natural del mundo. En esta idílica franja de la costa de Ibusuki, personas de Japón y de otros países han viajado durante más de 300 años para tumbarse en un agujero poco profundo en la playa. Como las aguas termales volcánicas bordean la orilla, la arena se calienta hasta alcanzar los 50-55ºC.
Este estilo único de tratamiento tiene un respaldo científico. El departamento de la Facultad de Medicina de la Universidad de Kagoshima ha descubierto que estos baños de arena mejoran la circulación sanguínea y disminuyen la inflamación corporal. No es de extrañar que muchos lugareños acudan regularmente a un tratamiento de sauna al estilo japonés. Posiblemente sea la experiencia más curiosa de esta lista de lugares para desconectar.
Piscinas termales de Pamukkale, Turquía
Más de una docena de termas decoran las colinas del Parque Natural de Pamukkale, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el suroeste de Turquía. Sus aguas de un llamativo color turquesa, aún más vivo por las terrazas de piedra caliza que las contienen, han atraído a bañistas de la realeza a lo largo de la historia, como la reina egipcia Cleopatra.
Los visitantes siguen buscando la tranquilidad y las propiedades curativas de estas aguas terapéuticas, que se cree que ayudan a todo, desde las enfermedades cardiovasculares hasta los problemas de presión arterial. El agua aquí se mantiene a unos 36°C.
Laguna azul, Islandia
La adorada Laguna azul es la resplandeciente joya azul turquesa de Islandia. La laguna, a sólo 20 minutos del aeropuerto de Keflavik, es la perfecta bienvenida islandesa. Su agua de mar geotérmica, rica en minerales, es una forma relajante de recuperarse del jet lag, o de reflexionar sobre los recuerdos de Islandia antes de coger el avión de vuelta a casa.
Las cálidas aguas de la Blue Lagoon, de entre 37 y 38°C, fluyen a lo largo de rocas cubiertas de musgo con vistas a montañas lejanas que son emblemáticas de la belleza de Islandia. Visítalo por el agua, quédate por el spa del lugar, y no te pierdas los bares de máscaras de barro para una sesión terapéutica completa. Uno de los mejores lugares para desconectar de la rutina.