El desierto de la Tatacoa es un destino único y fuera de lo común en Colombia, con formaciones de arena extraordinarias en diferentes tonos de rojo y gris. Este desierto es en realidad un bosque tropical seco en el que el viento y la lluvia crearon extrañas formaciones en el suelo. Ese suelo está lleno de minerales que originan los diferentes colores. Recorre senderos impresionantes y laberintos donde podrás encontrar muchos tipos de cactus, cabras y pájaros.
Cinco cosas que hacer en el desierto de la Tatacoa
El desierto de la Tatacoa consta de dos partes, el desierto rojo y el gris, que se pueden explorar en un día. También es uno de los lugares más cálidos de Colombia, con una temperatura media de 35 grados. Sin embargo, durante los meses de abril y mayo llueve mucho en la zona, lo que hace que el desierto sea más verde. Por esta razón, técnicamente no es un desierto.
Desierto Rojo de la Tatacoa
El Desierto Rojo de la Tatacoa es la parte más famosa (también conocida como Cuzco), con varios miradores a lo largo de la ruta con vistas a un paisaje irreal. Los colores rojos provienen del hierro que da al suelo sus colores ocres, oxidados y cobrizos. Algunos miradores estupendos son el Mirador El Cuzco y el Mirador Laberinto. Ten en cuenta que está prohibido escalar las formaciones porque es muy fácil que se rompan o se dañen. Recuerda que no se trata de roca, sino de tierra blanda.
Después de disfrutar de los miradores, baja al valle y sigue el sendero por el espectacular laberinto de formaciones onduladas del suelo. El sendero es un bucle bien marcado (que comienza aquí) en el que verás muchas plantas de cactus (¡con frutos!), pájaros de colores, escorpiones, cabras curiosas y, a veces, incluso serpientes. Al fin y al cabo, Tatacoa significa «serpiente de cascabel» en español. El sendero se recorre en una hora y media y es prácticamente llano.
Desierto Gris
El Desierto Gris de la Tatacoa está a unos 30 minutos en coche del Desierto Rojo. El paisaje de esta parte del desierto es aún más surrealista; recibe el apodo de «Valle de los Fantasmas» por sus singulares formas. También se puede seguir un pequeño sendero con un paisaje asombroso, similar al de la luna. Tanto el desierto gris como el rojo de la Tatacoa son una visita obligada. Recomendamos visitar el desierto gris al atardecer, ya que los colores son absolutamente espectaculares.
Valle de los Xilópalos
Menos pintoresco pero igual de impresionante es el sendero de los Xilópalos. Aquí podrás ver unas vistas únicas del desierto antes de pasar por tres estrechos cañones llamados El Tiempo, La Señorita y La Culebra. Avanza sin rumbo entre los cañones que fueron esculpidos por el drenaje de la lluvia durante millones de años. Los cañones no tienen más de tres metros de profundidad.
El sendero de los Xilópalos es todavía muy desconocido, por lo que es posible que hagas todo el camino sin ver a ningún otro turista. El sendero es también el más alejado del Desierto Rojo (40 minutos).
Cómo moverse por el Desierto de la Tatacoa
Explora el Desierto de la Tatacoa en tuk-tuk, en bicicleta o caminando. Si pasas una noche dentro del Desierto de la Tatacoa, puedes optar por caminar. Sin embargo, te recomendamos alquilar una bicicleta o un tuk-tuk + guía para moverte mucho más rápido. Puedes alquilar bicicletas en Villavieja o reservar una excursión en bicicleta por Internet.
Cómo llegar al Desierto de la Tatacoa en Colombia
El desierto de la Tatacoa es un destino fuera de lo común y llegar a él lleva bastante tiempo. Para ello, primero hay que viajar a Neiva, una ciudad más grande con una estación de autobuses y un aeropuerto nacional. El viaje en autobús dura entre 6 y 9 horas o 1 hora en avión desde Bogotá. Una vez que hayas llegado a Neiva, tendrás que tomar un taxi o un autobús (Colectivo) durante aproximadamente 1 hora y media para llegar a tu hotel en Villavieja o al Desierto de la Tatacoa.
La mejor época para visitarlo
El desierto de la Tatacoa es uno de los lugares más calurosos de Colombia: las temperaturas pueden alcanzar los 40 grados durante el día. Los meses de abril a mayo y de octubre a noviembre son los meses en los que llueve bastante en el «desierto». Todavía se puede visitar durante estos meses, pero si llueve demasiado, no habrá excursiones y los valles estarán cerrados.
