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Lugares naturales que no parecen reales

lugares naturales que no parecen reales

Nuestro planeta está lleno de rincones increíbles, fenómenos naturales impresionantes que no parecen reales. Muchos de ellos parecen sacados de novelas de ficción o el resultado de los efectos especiales de alguna producción. Lugares que se mantienen intactos y provocan admiración en todo aquel que fija sus ojos en ellos. A continuación, nos sumergimos en cinco lugares que son una auténtica obra de arte de la naturaleza.

1. Socotra

Socotra en Yemen

El archipiélago de Socotra es un paraíso desconocido que se encuentra en Yemen y alberga unas formas de vida únicas y sorprendentes gracias a su localización apartada. De hecho, es uno de los archipiélagos de origen continental más aislados de nuestro planeta. La isla de Socotra, la más grande del archipiélago del mismo nombre, es un lugar donde la naturaleza se ha desarrollado a niveles que escapan de toda lógica.

La isla está llena de paisajes increíbles donde destacan especies vegetales que parecen propias de otro mundo. Por esto, constituye un área biogeográfica y geológica única, con más de 700 especies endémicas que no se pueden encontrar en ningún otro punto de la Tierra. De todas sus especies, las más icónicas son dos arbóreas: el árbol de sangre de dragón y la rosa del desierto con tronco de botella.

2. Kjeragbolten

Kjeragbolten
La roca Kjeragbolten en Noruega

Kjeragbolten es una roca suspendida sobre un abismo en Noruega. Este till glacial de cinco metros cúbicos se encuentra en la montaña Kjerag, en el municipio noruego de Sandnes. Su curiosa localización se debe a que esta famosa roca era uno de los sedimentos de origen glaciar que se encajó en la grieta de la montaña hace miles de años, suspendida a 984 metros sobre el fiordo de Lysefjord.

Kjerag es el pico más alto del fiordo. Para llegar hasta él y a su roca protagonista se parte de la ciudad de Lysebotn. La ruta de senderismo es bastante exigente, con tres subidas y bajadas pronunciadas. Es más, en algunos tramos se requiere ayuda de cadenas laterales. El destino ofrece unas vistas que no parecen reales con la roca colgante milagrosamente sostenida en equilibrio y el fiordo bajo ella.

3. Árbol de Wanaka

Árbol de Wanaka en Nueva Zelanda

El árbol de Wanaka es uno de los árboles más fotografiados del mundo. Este se encuentra en el lago Wanaka, en los Alpes del Sur de Nueva Zelanda. Ciertamente, es el cuarto más grande del país y un lago con mucho valor para las tribus maoríes. En este lugar tan especial destaca un solitario sauce que tiene más de ochenta años y está ubicado dentro del lago, rodeado de agua y, habitualmente, con los Alpes nevados al fondo.

Situado a los pies del Monte Aspiring, el árbol de Wanaka ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por desgracia, en marzo de 2020 unos vándalos se acercaron al árbol con una motosierra y cortaron algunas de sus emblemáticas ramas. Una noticia que provocó la furia de miles de personas ante la atrocidad que se cometió contra este especial emblema del país.

4. Kelimutu

Kelimutu y sus lagos que no parecen reales
Kelimutu y sus lagos de colores en Indonesia

En la isla de Flores, Indonesia, se encuentra un volcán muy diferente a los que conocemos. Kelimutu es un volcán con tres zonas diferenciadas en su cráter volcánico. Hasta aquí todo parece normal, pero lo que lo convierte en uno de nuestros lugares naturales que no parecen reales es que cada zona cuenta con un lago. Por si fuera poco, cada uno de ellos tiene un color diferente al otro y varían con el tiempo.

De esta forma, la actividad del volcán hace que sus aguas cambien de color. Este pasa de rojo a marrón y de blanco a azul turquesa o verde. El volcán alcanza los 1.640 metros de altura y su última erupción se produjo en 1968. Para los lugareños es un lugar sagrado. Cuando alguien muere, su espíritu se sumerge en alguno de los tres lagos según su carácter y edad. ¡Toda una maravilla natural!

5. Lençóis Maranhenses

Lençóis Maranhenses que no parecen reales
Lençóis Maranhenses en Brasil

El Parque nacional de los Lençóis Maranhenses se encuentra en el estado Maranhão, en Brasil, y es un mar de dunas único en el mundo. El parque cuenta con una superficie de 156.584 hectáreas y constituye una zona destinada a la protección de la flora, la fauna y naturaleza del lugar. Pero eso no impide que se pueda visitar el parque nacional e incluso bañarse en sus curiosas lagunas.

Aunque parece un desierto, no lo es. Es un mar de dunas que durante el período de lluvias se inunda y se crean esas lagunas temporales que no parecen reales. Sin embargo, algunas lagunas tienen agua todo el año al alimentarse de ríos próximos. El viento es el encargado de acumular la arena y formar las dunas de hasta 39 metros de alto. Todo un exponente de los ecosistemas de manglares, restinga y dunas.

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