Descrito como el secreto mejor guardado de La Palma, Proís o Porís de Candelaria es un pueblo de pescadores con una ubicación muy especial: ¡se encuentra dentro de una cueva! Así, sus pintorescas casas se encuentran casi abandonadas, con las olas rompiendo contra las rocas que las albergan. Un rincón único de la Isla Bonita donde lo salvaje y natural van de la mano, y la magia del mar lo convierte en un lugar de cuento que muy pocos conocen.
El secreto mejor guardado de La Palma
A 4 kilómetros de Tijarafe, en la costa occidental de la isla canaria de La Palma, España, se ubica Proís de Candelaria. La zona es de origen volcánico, con barrancos, acantilados de hasta 200 metros de altura, formaciones rocosas y la cueva de hasta 50 metros de altura que lo atestiguan. Uno de los lugares que hacen que esta isla sea merecedora de su sobrenombre «Isla Bonita».
El Proís de Candelaria es una pequeña ensenada con numerosas cuevas marinas utilizadas por los lugareños para construir casas. En el pasado era un pueblecito habitado que, por su recóndita ubicación, fue perdiendo habitantes hasta quedar casi abandonado. Sin embargo, todas las casas están en buen estado; algunas se utilizan como casas de verano y otras para almacenar mercancías.
El pueblo es tan pequeño que casi no hay documentos históricos, pero se menciona en 1588 como un pequeño puerto. Le dieron el nombre de Proís, que significa piedra u otra cosa en tierra a la que se amarra una embarcación. Sin embargo, parece que mucha gente tiene problemas para recordar el nombre correctamente y es bastante frecuente encontrarlo escrito como Porís de Candelaria.
La segunda parte del nombre, Candelaria, se explica por una leyenda. En el siglo XVI, la Virgen de Candelaria tenía que ser trasladada en barco desde Santa Cruz de La Palma a Puntagorda. Los marineros hicieron una parada en Proís, pero cuando intentaron continuar su viaje, el mal tiempo y el estado del mar les impidieron salir. A pesar de intentarlo varias veces, no pudieron e interpretaron que la virgen quería quedarse allí. Así, la Virgen de la Candelaria se quedó en Tijarafe y dio al nombre a este curioso pueblo.
Existen numerosas historias sobre el pueblo, sobre el porqué de la construcción de casas en un punto tan alejado y de complicado acceso. Evidentemente, la razón no es la comodidad del puerto, ya que las olas suelen ser bastante altas y no dejan entrar o salir. Muchos aseguran que en un pasado sirvió de refugio para los piratas y los contrabandistas.
En realidad, la explicación es bastante sencilla: la mayoría de las carreteras de la isla, especialmente en zonas montañosas, son recientes. Antiguamente, Tijarafe no tenía ninguna conexión con el resto de la isla, salvo este puerto que le comunicaba con el resto. Subir y bajar mercancías desde Tijarafe atravesando un camino con cientos de metros no tenía ninguna gracia, por lo que se utilizó la ventaja que proporcionaba Proís de Candelaria.
Los turistas de hoy en día son más afortunados: hay un camino hasta un aparcamiento por encima del acantilado. Sin embargo hay que bajar hasta el nivel del mar, pero el remoto y romántico lugar merece definitivamente una visita. Al llegar al aparcamiento, en la carretera, hay otra pequeña vista relacionada con las cuevas: la Cueva de la Virgen. La pequeña capilla de la cueva es el hogar de la escultura antes mencionada.
Además del atractivo que ofrece este pueblo dentro de una cueva, frente a las casas se forman unas piscinas naturales ideales para el baño, circunstancia que han facilitado además añadiendo escaleras. También es un buen lugar para bucear, con estrellas de mar, anémonas, cangrejos, caracolas, peces… Aunque siempre con precaución: es cierto que estas pozas están algo más resguardadas, pero el Proís está totalmente abierto al mar y a veces hay fuerte oleaje.
¿Cómo llegar a Proís de Candelaria?
Para llegar a Proís de Candelaria hay que partir del municipio de Tijarafe. Entre un chiringuito y un supermercado hay una carretera que baja hasta que se acaban las casas del pueblo. Desde allí comienza un descenso por una carretera con pavimento diferente, llena de curvas. En este recorrido encontrarás dos aparcamientos. El más cercano a Proís de Candelaria es el segundo, que te dejará a un paseo de unos 5 minutos.
Por otro lado, también puedes elegir la ruta a pie desde Tijarafe. El sendero más recomendado es el PR LP 12.2, que supone unos 10 kilómetros ida y vuelta. Esto supone unas cuatro horas, pero ten en cuenta que el camino es de dificultad media y presenta un gran desnivel. A lo largo de su recorrido podrás disfrutar de unas maravillosas vistas de los acantilados y, al final del camino, la sobrecogedora imagen de Proís de Candelaria.