El canal de Corinto es toda una maravilla de la ingeniería con una historia milenaria. Una idea que surgió en el siglo VII a.C. para conectar el golfo Sarónico con el golfo de Corinto y ahorrar así los 700 kilómetros que los barcos tenían que recorrer dando toda la vuelta al Peloponeso. El canal no fue una realidad hasta el año 1893 y, con su estrecho cauce, se ha convertido en todo un espectáculo cada vez que lo atraviesa un barco.
Historia del Canal de Corinto
La idea de abrir un canal a través del istmo de Corinto para unir los mares Jónico y Egeo fue propuesta por primera vez por Periandro, tirano de la antigua ciudad-estado de Corinto a finales del siglo VII a.C. La dimensión del proyecto pudo con él; por lo que optó por construir un diolkos (grada pavimentada) desde Esquinunte, en el golfo Sarónico, hasta el golfo de Corinto. Así, los marineros podían atravesar los mares sin tener que pasar por Peloponeso.
Esta calzada de unos seis kilómetros, pavimentada con bloques de piedra caliza, tenía dos surcos paralelos con metro y medio de separación. A lo largo de ellos corrían las ruedas del olkos, un vehículo similar a un vagón plataforma que llevaba los botes y que era tirado por esclavos o animales. Las cargas de los barcos que se transportaban se descargaban y se llevaban al otro lado del istmo para reducir el peso. Un sistema que se utilizó hasta el siglo IX.
Después de Periandro, muchos gobernantes, entre ellos Alejandro Magno y Calígula, tantearon la idea del canal, pero fue Nerón quien realmente la llevó a cabo. De hecho, él mismo comenzó las excavaciones utilizando un pico de oro en el año 67 d.C., antes de dejar el trabajo a 6000 esclavos judíos. Rompieron unos 3000 metros de roca en el lado del golfo de Corinto y se construyó casi una décima parte de la distancia total del istmo.
Sin embargo, el proyecto se detuvo por las invasiones galas y la muerte de Nerón. No fue hasta 1882 cuando se retomó la construcción del canal de Corinto, sobre el mismo recorrido que empezó a construir Nerón. Tras numerosas crisis financieras, quiebras de las empresas encargadas de las obras y préstamos, el canal se completó en 1893. Por desgracia, una vez inaugurado, el canal no tuvo el éxito económico esperado.
La dificultad para navegar por el canal, así como los fuertes vientos e intensas corrientes, redujeron el número de travesías por el canal. Los barcos más grandes solo podían cruzarlo con la ayuda de remolcadores y los buques solo podían pasar de uno en uno unidireccionalmente. Además, el canal sufrió una serie de terremotos en 1923 que provocaron el derrumbe de 40000 metros cúbicos de las paredes que lo rodeaban.
Características
El canal consiste en un único cauce de 8 metros de profundidad, excavado a nivel del mar, que mide 6,34 kilómetros de largo por 24,6 metros de ancho a nivel del mar y 21,3 metros de ancho en el fondo. Las paredes de roca, que se elevan 90 metros sobre el nivel del mar, forman un ángulo casi vertical de 80° y han demostrado ser algo inestables; lo que requirió cerrar el canal durante unos años para su mantenimiento.
Aunque el canal ahorra los 700 kilómetros de recorrido alrededor del Peloponeso, es demasiado estrecho para los cargueros actuales; ya que solo puede acoger buques de hasta 17,6 metros de ancho y 7,3 metros de calado. En octubre de 2019, un barco de 22,5 metros de ancho y 195 metros de largo, Fred. Olsen Cruise Lines, atravesó con éxito el canal y se convirtió en el barco más largo en pasar por el canal.
En la actualidad, unos 15000 barcos de al menos 50 países transitan por el canal de Corinto. Este recibe, sobre todo, pequeñas embarcaciones, cruceros y yates, ya que se ha convertido en uno de los principales destinos turísticos del país, lo que permite a los visitantes realizar viajes cortos a través del canal. Toda una maravilla de la ingeniería que merece reconocimiento por la técnica marina que hay detrás
Visitar el canal de Corinto
El canal está situado bajo la autopista que une Atenas y Patras, una carretera y la línea de ferrocarril. Así, se puede dejar el coche en unos aparcamientos que se encuentran a ambos lados de la carretera o llegar en autobús. El puente principal que cruza el canal está repleto de buses turísticos. De hecho, los que proceden de Atenas pasan por el puente y paran en la estación KTEL del istmo de Corinto, a 200 metros del canal.
Desde el puente se ve perfectamente el canal de Corinto en sus dos direcciones; hacia el golfo de Corinto y hacia el mar Egeo. Impresionan las vistas cuando lo atraviesa algún barco. Es más, hay excursiones en barco que recorren el canal desde Loutraki. Para los aventureros también está Zulu Bungy Jump, que ofrece la posibilidad de ver las paredes del canal desde un ángulo único.