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Ko Panyi, un pueblo flotante en Tailandia

Ko Panyi

Escondida en una bahía del sur de Tailandia, Phang Nga, y protegida por una enorme formación rocosa de piedra caliza de unos 200 metros de altura, Ko Panyi emerge del agua con sus construcciones sostenidas por largas plataformas. Su historia se remonta al siglo XVIII, cuando un grupo de pescadores nómadas inició un asentamiento construido sobre pilotes, aprovechando las tranquilas aguas de la bahía. Sin saberlo, crearon uno de los pueblos más curiosos del planeta.

Los orígenes de Ko Panyi

El pueblo de Ko Panyi es una pequeña comunidad insular que se encuentra a unos 20 minutos del muelle de Surakul, en la provincia de Phang Nga. Alrededor de 1600 personas viven permanentemente en la isla. La mayor parte de sus habitantes son descendientes de Toh Baboo, el ancestro que inició la historia de esta isla única.

Vista de las casas de Ko Panyi con la mezquita al fondo
Vista de las casas de Ko Panyi con la mezquita al fondo

El pueblo musulmán flotante fue creado hace unos doscientos años por tres familias de pescadores de Java, Indonesia. Buscaban un buen lugar con mucha pesca donde pudieran vivir todos. Si encontraban ese lugar lo harían saber izando una bandera en la cima de una montaña para que los demás pudieran unirse a ellos. Toh Baboo encontró el lugar protegido junto a la alta roca e izó la bandera. Así también nació el nombre de Ko Panyi, que significa «Isla de la Bandera». Hoy en día, solo la generación más antigua del pueblo sigue hablando bahasa indonesio, la más joven habla principalmente tailandés.

Vista aérea de Ko Panyi, donde se distinguen varios campos destinados a actividades deportivas
Vista aérea de Ko Panyi, donde se distinguen varios campos destinados a actividades deportivas

Un pueblo pesquero muy peculiar

Aunque el pueblo de Koh Panyee, como también se le conoce, es una atracción turística, sigue manteniendo su reputación de pueblo pesquero. El pueblo se construyó sobre pilotes hace 200 años, rodeado por grandes acantilados de piedra caliza casi verticales. Solo una pequeña parte del pueblo, donde está la mezquita, se asienta sobre tierra firme. Los demás lugares crecieron a partir de ahí y poco a poco se han ido ampliando.

Detalle de cómo están construidas las edificaciones sobre el agua del mar
Detalle de cómo están construidas las edificaciones sobre el agua del mar

El pueblo de Ko Panyi cuenta con una escuela, una mezquita, un centro de salud, algunos grandes restaurantes con vistas al mar de Andamán y muchas tiendas de recuerdos. Para alojarse y pasar la noche hay bungalows. Lo más fascinante de este lugar único es el campo de fútbol flotante que construyeron unos niños con viejos trozos de madera y balsas de pesca. Este campo flotante es la razón por la que el Panyee FC se ha convertido en uno de los equipos de fútbol juvenil más exitosos del sur de Tailandia.

Uno de los campos de fútbol flotantes de la isla
Uno de los campos de fútbol flotantes de la isla

La comunidad

Al llegar a la aldea, te sorprenderá la hospitalidad y el recibimiento de la comunidad. Los jóvenes guías te reciben con muchas ganas de enseñarte los alrededores. Una de las cosas de las que se enorgullece la comunidad es de tener electricidad, internet y agua que no proviene del continente.

Sucesión de casas en la ubicación tan impresionante que representa Ko Panyi
Sucesión de casas en la ubicación tan impresionante que representa Ko Panyi

Al ser una comunidad tan aislada, los lugareños cuidan mucho su entorno. Tienen muchos proyectos medioambientales, como un programa de reciclaje en el que recogen botellas y latas cuyos beneficios, una vez vendidas, van a la escuela. También hay un programa en el que los profesores ayudan y enseñan a los alumnos a cultivar verduras mediante el sistema hidropónico.

Vista de la mezquita y sus alrededores
Vista de la mezquita y sus alrededores

Cómo llegar

Lo bueno de Ko Panyi es que se puede disfrutar de ella casi en solitario. Todo lo que hay que hacer es alquilar un coche hasta el muelle de Surakul, en Phang Nga, y luego subirse a un barco de cola larga durante unos 20 minutos. El viaje hasta allí, maniobrando entre manglares y colosales rocas calcáreas, es fascinante. Además, la particularidad del pueblo se ve coronado por los muchos restaurantes de marisco en los que se puede comer muy bien.

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