El monte o volcán Kelimutu es una maravilla de la naturaleza única que se encuentra en la isla de Flores, Indonesia. Su particularidad se debe a que tiene tres lagos en su cráter volcánico que cambian de color según la actividad volcánica. Así, las aguas pueden adquirir tonos negros, rojizos, amarronados, blancos, azules turquesa o verdes. Un fenómeno que parece mágico y que ha convertido al lugar en sagrado para los lugareños. ¡Increíble!
Monte Kelimutu
Este volcán tan especial se encuentra cerca de la ciudad de Moni, en el centro de la isla de Flores. Se dice que su nombre significa «montaña o lago que hierve». Esto se debe a que los tres llamativos lagos que se encuentran en el cráter y adquieren distintos colores han sido la causa de pequeñas erupciones freáticas. Los lagos se encuentran a unos 1690 metros; altura de la cima del volcán compuesto Kelimutu que se extiende dos kilómetros.
Solo se han registrado tres erupciones de este volcán: en 1865, en 1938 y en 1968. Las dos primeras tuvieron un índice de explosividad de 2 y la última de 1. Estos son los niveles más bajos de la escala IEV, por lo que no supusieron peligro para los habitantes de la zona ni para los turistas. La actividad más reciente tuvo lugar en junio y julio de 2013, cuando el agua del lago Tiwu Nuwa Muri Ko’o Fai cambió de color a blanco y algunas zonas hervían, además de emitir un olor a azufre.
Los lagos
Cada lago tiene un nombre propio. El Tiwu Ata Mbupu (lago de los ancianos) suele ser azul y es el más occidental de los tres, a un kilómetro y medio del resto. Estos, el Tiwu Nuwa Muri Ko’o Fai (lago de los jóvenes) y el Tiwu Ata Polo (lago encantado), están separados por una pared del cráter y suelen ser de color verde o rojo respectivamente. Sin embargo, también pueden adquirir tonos más claros o casi alcanzar el color negro.
Tanto el volcán como los lagos pertenecen al parque nacional de Kelimutu. Este comprende una zona de colinas y montañas, destacando el monte Kelibara (1731 metros) como su pico más alto. La principal atracción turística de este parque nacional de Indonesia son, sin duda, los lagos con sus particulares cambios de color. Además, lejos del turismo, tienen también mucho significado para los lugareños.
El cambio del color del agua
Los lagos de Kelimutu son imprevisibles en cuanto a cuándo y a qué color cambiarán. Han llegado a cambiar de color hasta 6 veces entre los meses de enero y noviembre. La explicación científica a este fenómeno es relativamente conocida. Los colores cambian por los ajustes en el estado de oxidación-reducción del fluido de cada lago. Además, hay que tener en cuenta la presencia de diferentes elementos, como el hierro y el manganeso.
El estado de oxidación-reducción depende del equilibrio entre la entrada de gas volcánico y las precipitaciones. Además, también influyen las aguas subterráneas del propio volcán. Aunque parezca que se trata de un proceso unificado, los colores de los lagos cambian independientemente unos de otros. Esto se debe a que cada uno está vinculado de forma individual con la actividad del volcán subyacente.
Así, se podría decir que los cambios de color son el resultado de las fumarolas submarinas. Estas son aberturas en la superficie de la Tierra que dejan salir gas y vapor: dióxido de azufre, cloruro de hidrógeno y sulfuro, además de dióxido de carbono. Esto ocasiona un afloramiento que impulsa el agua más densa y rica en nutrientes (y, por lo tanto, coloreada) hacia la superficie, empujando la superior hacia abajo y cambiando así su apariencia.
La leyenda de los lagos de Kelimutu
El lugar se considera un lugar sagrado donde las almas de los muertos encuentran el descanso eterno. Según las antiguas creencias de la población local, el cambio de color de los tres lagos se produjo tras la batalla entre dos personas muy conocidas y poderosas: Ata Polo y Ata Mbupu. Ata Polo era un brujo al que le gustaba comer humanos y Ata Mbupu era un hombre de buen corazón, un líder local muy respetado por todos los aldeanos.
Un día, una pareja de huérfanos llamada Ana Kalo acudió a Ata Mbupu para pedirle protección tras la muerte de sus padres. Ata Mbupu los recibió con los brazos abiertos, ya que sabía Ata Polo los perseguía. Les pidió que se quedaran en un lugar que les asignó. Sabiendo que su presa estaba con Ata Mbupu, Ata Polo fue a buscarlos y se encontró con el primero.
Hicieron un trato: Ata Mbupu le entregaría los niños cuando fueran adolescentes. Cuando llegó el momento, los niños se habían convertido en Ko’o Fai (chica joven) y Nuwa Wuri (chico joven). Antes de que Ata Polo fuera a por ellos, pidieron permiso para esconderse en una cueva. Cuando Ata Polo fue a por ellos, Ata Mbupu le dijo que no los encontraba, lo que causó la ira y enfado del primero. La pelea entre ellos fue inevitable.
La magia blanca de Ata Mbupu no pudo contener la magia negra de Ata Polo. Pero este, lleno de ira, creó un fuego enorme que lo llevó a su propia tumba. Esto también causó un terremoto que sepultó vivos a Ko’o Fai y Nuwa Wuri por el derrumbamiento de la cueva. Así, el lago separado de color azul es donde desapareció Ata Mbupu. Es el lago Tiwu Ata Mbupu y la población local cree que es donde va el alma de los ancianos.
El lago Tiwu Ata Polo es donde se cree que desapareció el brujo y está representado por el color rojo, lugar donde se alojan los espíritus malignos. Por último, junto al Tiwu Ata Polo, el lugar donde Nuwa Wuri y Ko’o Fai fueron enterrados es el Tiwu Nuwa Muri Ko’o Fai. Este lago se cree que es el lugar del espíritu de los jóvenes. Así, los espíritus acuden a Kelimutu cuando la gente muere y se les asigna un lago u otro según su edad y carácter.
Cómo llegar a Kelimutu
Moni es la ciudad más cercana, situada a los pies del monte Kelimutu. Una vez llegas a Moni, necesitarás un medio de transporte para subir la montaña hasta el aparcamiento del lago Kelimutu. El trayecto dura unos 30 minutos y la carretera es bastante empinada. Para llegar hasta allí, puedes ir en ojek, mototaxi, coche o transporte público. Desde el aparcamiento de Kelimutu, te espera una ruta corta y fácil hasta los lagos.
El camino es apto para todas las edades y se necesitan unos 30 minutos para hacerlo. Por otro lado, también puedes ir andando desde Moni. La caminata de ida o vuelta requiere unas dos o tres horas, que merecen la pena para contemplar las pintorescas colinas con terrazas de arroz y cascadas de la zona. Elijas el medio que elijas, la meta serán los magníficos lagos de Kelimutu, un lugar único en el mundo.