En las ya de por sí increíbles Islas Feroe se encuentra un lago que no deja indiferente a nadie. Se trata del lago Leitisvatn, el mayor de estas islas que pertenecen a Dinamarca. Pero, ¿qué hace que este lago sea tan especial? La respuesta está en la perspectiva, ya que desde arriba parece que está flotando sobre el mar y que, en cualquier momento, el agua se va a caer por los acantilados que lo rodean. Pero nada más lejos de la realidad; ¡te explicamos esta ilusión óptica tan real!
Características del lago Leitisvatn
Con sus 3,56 km² es el lago más grande de las Islas Feroe y tiene tres nombres distintos. Los más conocidos son Leitisvatn y Sørvágsvatn, pero los habitantes lo llaman Vatnið. El lago se encuentra en la isla de Vágar, que cuenta con el único aeropuerto del archipiélago. Tiene una profundidad media de 2,5 metros y 59 de máxima. Respecto a su longitud, alcanza los 6 kilómetros; con el extremo norte en el pueblo de Vatnsoyrar y el sur en la cascada Bøsdalafossur, donde vierte sus aguas.
El lago ocupa un valle de origen glacial y se encuentra a unos 30 metros sobre el nivel del mar, aunque en algunas imágenes parezca que está mucho más alto. Además, está acompañado por los acantilados que forman el litoral de la isla, destacando sobre todo Trælanípa. Literalmente significa «acantilado de esclavos» y se trata de un muro de roca que alcanza los 142 metros sobre el mar. Su impactante nombre proviene de los vikingos, que se dice que tiraban a ciertos esclavos desde tal altura.
Sin duda, las imágenes del lago Leitisvatn son toda una maravilla visual. Según la perspectiva, parece que está a una altura diferente. Sin embargo, lo que más sorprende es la imagen de sus aguas, que parece que están separadas por muy pocos metros de las aguas del océano; e, incluso, inclinadas hacia él. Pero el truco del lago está en las cascadas que muchas veces no se ven y que son su principal fuente de desahogo; una de las principales razones por las que no vemos al lago desbordarse por los acantilados.
Cascada Bøsdalafossur
El nivel del lago Leitisvatn se mantiene constante en una isla donde las lluvias son habituales. La joya que esconde el lago es la cascada de Bøsdalafossur, cuyas aguas saltan directamente al océano Atlántico. La cascada alcanza los 30 metros y crea un paisaje muy inusual, puesto que no es habitual ver el agua de un lago caer directamente al mar. En el lugar se pueden contemplar las distintas tonalidades de azul que se crean, combinadas por los colores de los acantilados y el verde de la vegetación.
Cómo llegar al lago Leitisvatn
Existen varias opciones a la hora de visitar esta maravilla de la naturaleza. Una de ellas es ir en barco, partiendo del pueblo Vatnsoyrar en su extremo norte. El barco recorre todo el lago hasta llegar a su extremo sur, junto a la cascada. Es recomendable preguntar en la oficina de turismo sobre los precios y horarios del barco, porque las condiciones meteorológicas pueden impedir la travesía.
La otra opción para llegar hasta el lago es la ruta de senderismo. Las indicaciones empiezan en Sandavágur y esperan 10 kilómetros para llegar a este paisaje mágico. Los caminos son sencillos y pueden recorrerse en tres horas, aunque desde hace unos años hay que pagar una tasa de acceso para poder recorrer la ruta. El precio ronda las 200 DKK y también ofrecen tours guiados por 450 DKK.