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Castillo de Neuschwanstein, el castillo de cuento que inspiró a Walt Disney

castillo de neuschwanstein

El castillo de Neuschwanstein es la prueba de que los sueños se pueden hacer realidad. El rey alemán Luis II, apasionado por la Edad Media y sus fortalezas características, quiso construir el castillo de sus fantasías en un entorno insuperable: montañas nevadas, lagos relucientes y frondosos bosques alpinos. Descubre el magnífico castillo de cuento que sirvió de inspiración al mismísimo Walt Disney para crear los castillos de sus historias.

Historia del castillo de Neuschwanstein

Durante la Edad Media, donde hoy se encuentra Neuschwanstein había dos castillos desde los cuales los señores del pueblo Schwangau gobernaban la región. En el siglo XVI, la zona pasó a manos de la familia Wittelsbach. El rey Luis II de Baviera, o Ludwig II, nació en 1845 en el seno de esta familia como hijo mayor de Maximiliano II. Creció en el castillo de Hohenschwangau que compró y reconstruyó su padre, de estilo neogótico e inspiración medieval decorado con escenas de leyendas y poesías.

castillo de Neuschwanstein entorno
Entorno del castillo de Neuschwanstein

Luis II fue rey de Baviera entre 1864 y 1886. Era bastante tímido y a menudo le gustaba retirarse a los Alpes. Además, sentía una gran fascinación por los castillos de cuento, ya que le encantaban las leyendas. También le fascinaban las descripciones de los castillos medievales de las óperas Tannhäuser y Lohengrin de Richard Wagner. De esta forma, se propuso construir un «Nuevo Castillo de Hohenschwangau» (como se llamó Neuschwanstein hasta después de su muerte) en base a sus fantasías.

La construcción empezó en 1869, en una época en la que los castillos ya no eran necesarios como fortalezas. Pero el rey lo quería para descansar y crear su mundo de ensueño; un mundo poético de la Edad Media. Así, parte de la decoración está inspirada en las óperas de Wagner. Pero Luis II también quería que el castillo contara con todas las comodidades tecnológicas más novedosas, como agua corriente y calefacción central.

castillo de Neuschwanstein frontal
Frente del castillo de Neuschwanstein

Luis II costeó el castillo con su propio dinero, pero en 1886 los problemas de endeudamiento llegaron a ser tan grandes, combinados con su «locura», que el Gobierno decidió destituirlo. Tres días después fue encontrado ahogado en el lago de Starnberg. Llegó a vivir en el castillo, de forma intermitente, solo seis meses. En los años posteriores a su muerte, el castillo de cuento se abrió al público; en parte para pagar las deudas.

A pesar de quedar inacabado, el castillo de Neuschwanstein se convirtió en una de las atracciones turísticas más populares de Europa, recibiendo alrededor de 1,3 millones de visitantes al año. También sirvió para crear los castillos de la Cenicienta y la Bella Durmiente de Disney, ya que se dice que Walt Disney visitó este castillo y lo utilizó como inspiración.

Lagos al fondo del castillo

Arquitectura del castillo

Este increíble castillo se encuentra en el pueblo de Hohenschwangau, en las colinas de la región de Allgäu, en el estado alemán de Baviera. En su interior cuenta con más de 200 habitaciones, de las cuales solo 15 están terminadas. En las plantas inferiores se encontraban las dependencias del servicio y en las superiores, las del rey. La estructura se completa con un patio amurallado, un jardín interior, pináculos, torres y una cueva artificial.

Así, la visita del castillo se concentra en la tercera y cuarta planta. En la tercera, se encuentra el patio inferior, la sala del trono, el comedor, las dependencias del rey, la capilla de la casa y el vestidor. También hay una sala de estar, una gruta con invernadero, el estudio y una sala de paso. En la cuarta, esta la planta superior de la sala del trono, el patio superior y la sala de los cantores.

Patio interior del castillo de Neuschwanstein
Patio interior del castillo de Neuschwanstein

Sala del trono

Inspirada en la iglesia de Todos los Santos de la Residencia de Múnich y en estilo bizantino, la sala del trono mezcla símbolos religiosos con personajes de culturas de la Antigüedad. Es todo un templo dedicado a la monarquía. En el ábside y sobre la escalera tendría que estar el trono del rey que nunca se llegó a colocar. Las pinturas de las paredes aquí muestran a Cristo, los doce apóstoles y seis reyes sagrados.

Sala del trono. | Flickr trialsanderrors

Sala de estar

Esta sala está dedicada a Lohengrin, el caballero del cisne, uno de los héroes medievales con el que Luis II se identificaba. El armario de roble está decorado con escenas de poemas medievales. Vuelven a aparecer el cisne y el color azul como elementos decorativos. Al salir, se accede al estudio del rey a través de una gruta inspirada en la Gruta de Venus de la leyenda de Tannhäuser. Llegó a tener una cascada iluminada con luces de colores.

Sala de los cantores

Junto con la sala del trono, esta sala es la estancia principal del castillo y la habitación preferida de Luis II. La sala de los cantores rememora dos de las salas del histórico castillo de Wartburg: la sala de fiestas y la sala de los cantores. En ese castillo tuvo lugar el concurso de canto que aparece en la leyenda de Tannhäuser, una historia que Richard Wagner también escenificó en su ópera del mismo nombre.

Sala de los cantores. | Flickr trialsanderrors

Dormitorio

En la habitación de estilo neogótico destaca la cama de madera y vestida con seda azul, el color preferido de Luis II. La figura del cisne se repite en los elementos de la habitación, como el grifo del lavabo, una jarra o las bandejas del jabón y la esponja. Las paredes están decoradas con los personajes de Tristán e Isolda, los protagonistas de las leyendas medievales favoritas del rey.

Estudio

El escritorio preside esta sala donde trabajaba el rey. Todavía se pueden observar los objetos de escritura de Luis II sobre la mesa. En esta habitación el rey revisaba los planos y esbozos del castillo de Neuschwanstein durante su construcción. Las paredes están decoradas con escenas de la historia de Tannhäuser: el concurso de cantores en el castillo de Wartburg, el peregrinaje hasta Roma y su encuentro con el Papa.

Estudio del rey Luis II en Neuschwanstein. | Flickr trialsanderrors


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