Al borde del acantilado Aurora, asomándose al mar, se encuentra la conocida «perla blanca» de la costa sur de Crimea: el Nido de Golondrina. Un castillo de cuento que empezó siendo una sencilla cabaña de madera conocida como el «Castillo del Amor» que se convirtió en este encantador castillo neogótico. Así, esta construcción que se asemeja a un nido de golondrinas es todo un símbolo de esta parte del mar Negro.
En la Edad Media, el monasterio cristiano de San Teodoro de Tyrone estaba situado en el cabo Ai-Todor, al que los tártaros cercanos llamaban cabo Monasterio Burun. Sin embargo, en el siglo XIX no había rastro de estos antiguos edificios religiosos y el cabo recibió un nuevo nombre, Aurora. Hacia 1895, cuando el sur de Crimea estaba siendo construido por nobles y militares retirados, apareció una discreta casa de madera en el acantilado Aurora.
Esa cabaña fue erigida para un general ruso y recibió el nombre de «Castillo del Amor». Sin embargo, varios años después, la casa pasó a ser propiedad de A.K. Tobin, médico de la Corte Imperial y del zar. En 1911, la cabaña volvió a cambiar de manos y esta vez fue adquirida por el barón von Stiengel, un noble alemán que había hecho una fortuna extrayendo petróleo en Bakú.
Von Stiengel, que buscaba un castillo de cuento, demolió la cabaña original y encargó al destacado arquitecto ruso Leonid Sherwood que utilizara el castillo de Neuschwanstein, en Alemania, como ejemplo para la nueva construcción. En 1914, vendió el edificio a P. G. Shelaputin para que lo utilizara como restaurante; aunque, tras la Revolución Rusa de 1917, el edificio solo se utilizó como atracción turística durante un breve periodo de tiempo.
El Nido de Golondrina sobrevivió a un gran terremoto (6-7 en la escala de Richter) que sacudió la región en 1927. Aunque el edificio en sí no sufrió grandes daños, el acantilado desarrolló una gran grieta vertical y el Nido de Golondrina estuvo cerrado durante más de cuatro décadas porque se consideró peligroso. En 1968, se iniciaron las reformas del edificio y se instaló una gran placa de hormigón en el acantilado.
Desde 1975, un restaurante ha estado instalado dentro del edificio. Por otro lado, el castillo ha aparecido en un gran número de películas soviéticas, tanto por su belleza como por su impresionante ubicación junto al mar. En 2011, el Nido de Golondrina estuvo cerrado durante tres meses debido a importantes trabajos de restauración cuyo coste se estimó en 150000 dólares.
El castillo Nido de Golondrina se encuentra en Gaspra, una pequeña ciudad balneario entre Yalta y Alupka, en la península de Crimea. Su diseño neogótico corona el acantilado Aurora, de 40 metros de altura, y domina el cabo de Ai-Todor, en la costa del Mar Negro. Su espectacular apariencia y ubicación lo han convertido en una de las atracciones más populares de Crimea y en el símbolo de la costa sur de la península.
El edificio no es de gran tamaño, ya que solo mide 20 metros de largo por 10 de ancho. Por esta razón, el castillo se construyó en altura con torretas, agujas y almenas abiertas. El diseño original contaba con un salón, con una gran chimenea, y escaleras a la torre. En el interior de la torre principal había dos dormitorios en dos niveles. Los balcones rodean el edificio y ofrecen una impresionante vista del mar y la lejana costa de Yalta.
Al borde del acantilado había un jardín, pero con el terremoto la roca sobre la que se asentaba el castillo se rompió y el jardín cayó al mar, junto a una torre principal que quedó prácticamente destruida. Con la reconstrucción de 1960, por el arquitecto soviético Tatiev, se desmontó todo el castillo con cada ladrillo numerado, volviéndolo a montar en una losa antisísmica colocada sobre la roca. Entonces fue cuando se abrió el restaurante.
Desde 2011, en el castillo se celebran todo tipo de eventos culturales, como exposiciones arqueológicas, artísticas y otras relacionadas que cambian cada uno o dos meses. En 2015, el Gobierno ruso convirtió oficialmente el Nido de Golondrina en «Patrimonio cultural de importancia federal».
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