La montaña de Tianmen, o Tianmen Shan, es conocida como la montaña de la Puerta del Cielo. Acantilados verticales recorridos por pasarelas y tramos de cristal, una carretera con 99 curvas, uno de los viajes en teleférico más largos del mundo y el impresionante arco que da nombre al lugar la convierten en una de las mejores montañas para visitar en China. Un lugar donde, según la leyenda, los dioses se encuentran con los mortales.
La montaña china de la Puerta del Cielo o Tianmen Shan, en la provincia de Hunan, debe su nombre a un increíble arco natural excavado en el sinclinal kárstico. La Puerta del Cielo, como se llama el arco, se encuentra a unos 8 kilómetros al sur de la ciudad de Zhangjiajie. Se puede llegar hasta allí por el que se dice que es el viaje en teleférico más largo del mundo o por autobús a través de una carretera con 99 curvas.
La Puerta del Cielo se encuentra a unos 1500 metros sobre el nivel del mar y, con sus 131 metros de altura y 57 metros de ancho, es el arco formado de manera natural más alto del mundo. Este arco en Tianmen Shan es único entre los grandes arcos del mundo porque su formación está registrada en la historia.
Documentos del periodo de los Tres Reinos de China informan de que toda la apertura se formó en un evento cataclísmico cuando la parte trasera de una enorme cueva se derrumbó en el año 263 d.C.; creando la conocida Puerta del Cielo. Como resultado, el nombre de la montaña se cambió de Songliang Shan a Tianmen Shan. Así, este es también uno de los pocos arcos naturales cuya edad se conoce con precisión.
Algunos creen que la creación de la cueva es un misterio, lo que refuerza la reputación de Tianmen como montaña sagrada. Los visitantes que quieran rendir homenaje a la naturaleza religiosa de la atracción pueden visitar el templo de Tianmenshan, construido en el año 870 d.C. También es posible pasear por el parque circundante, ya que hay unas cuantas pasarelas colgantes en los acantilados que permiten acercarse al geoparque y a la montaña.
Para llegar hasta la famosa apertura hay que subir los 999 «escalones al cielo». El nueve es un número importante en la numerología china, que representa la eternidad y la buena suerte. Para los que prefieran evitar la agotadora subida, la otra alternativa son las escaleras mecánicas que van por dentro de la montaña. Hay que tener en cuenta que suele haber muchos turistas y la cola para las escaleras mecánicas puede ser muy larga.
La carretera de Tianmen Shan es una de las más increíbles de nuestro planeta. Es conocida por sus 99 curvas cerradas y pronunciadas pendientes, por lo que se la conoce como «las 99 curvas». La carretera, de 11 kilómetros de longitud, tiene un uso turístico. Lleva a los turistas desde el pie de la montaña hasta la cima y a la cueva de Tianmen. El mejor lugar para ver y fotografiar estas curvas es desde el teleférico.
El teleférico que lleva a la cima de la montaña de Tianmen se proclama como el más largo del mundo, ya que tarda 30 minutos en recorrer 7 kilómetros. Tiene una estación superior, una inferior y una intermedia. La mayoría de los visitantes empiezan en la estación inferior y suben a la cima, parando en la sección media por el camino para visitar la Puerta del Cielo de Tianmen Shan.
El recorrido comienza en el centro de la ciudad de Zhangjiajie y el paisaje que se ve desde el teleférico es fantástico: exuberantes picos de montaña, las 99 curvas y valles profundos. En los meses de temporada alta de turismo, puede haber largas colas para hacerse con las entradas. Por otro lado, el teleférico puede cerrar cuando hay tormentas, vientos fuertes o nevadas intensas.
Hay tres tramos de pasarela de cristal a lo largo del camino que sube a la montaña de Tianmen. Los acrofóbicos se alegrarán de saber que son opcionales, y que se pueden tomar rutas de senderismo normales como alternativa en cada sección. En los días claros, las vistas desde la altura de las pasarelas son sencillamente indescriptibles.
La primera pasarela de cristal de Tianmen Shan, llamada «el paseo de la fe», se inauguró en 2011. Desde entonces es una atracción imprescindible en el lado oeste de la montaña. Está a 200 metros del teleférico y mide 60 metros, a 1400 de altura. Es una experiencia emocionante, como si se caminara por el cielo. Conduce a la pasarela colgante del acantilado que no tiene suelo de cristal, en el Valle Fantasma, y luego al templo de Tianmen.
La pasarela de cristal del este, menos conocida, se inauguró en 2015. Está en el lado más alejado de la montaña y por encima de la cueva de la Puerta del Cielo, más alejada de las atracciones principales en comparación con las otras pasarelas. También es adyacente a otra parte de sendero que cuelga del acantilado.
La pasarela de cristal más nueva se abrió en 2016 y recorre el acantilado del Dragón Enrollado. El nombre de la pasarela y acantilado proviene de su aspecto sinuoso y largo, como un dragón chino tradicional que se enrolla sobre sí mismo. El suelo de cristal ofrece una vista espectacular de la carretera de 99 curvas que hay debajo. Tiene unos 100 metros de largo y 1400 metros de altura. Está a 600 metros de la estación superior del teleférico.
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