A 700 metros sobre el lago Ringedalsvatnet, una gran plancha de roca sobresale en el aire. Esta maravilla natural recibe el nombre de Trolltunga, «lengua de troll» en español, y es uno de los acantilados más emblemáticos y espectaculares de Noruega. Esta formación rocosa que se originó hace miles de años cuando la zona estaba cubierta por el hielo y se dice que es la más espectacular del país. No es para menos con sus impresionantes vistas.
Trolltunga se formó durante el último periodo glacial, hace unos 10.000 años. En aquella época, enormes glaciares se desplazaban lentamente por esta zona de Noruega. El agua del deshielo de los glaciares fluyó hacia las grietas de la dura roca de gneis, se congeló y provocó la rotura de trozos de roca; dejando algunos bordes afilados. Cuando los glaciares se retiraron, revelaron las rocas rotas y puntiagudas, una de las cuales era Trolltunga.
En cuanto a su nombre, hay muchos cuentos sobre trolls en Noruega. Se dice que estos seres míticos se convierten en piedra con la luz del sol, por lo que viven en cuevas lúgubres y solo salen de ellas al anochecer. En uno de estos cuentos, un troll algo ingenuo no se cree que el sol suponga peligro alguno y para demostrarlo, saca la lengua al sol y origina así a lo que conocemos como Trolltunga.
Trolltunga se encuentra en la parte occidental de Noruega, junto a la meseta montañosa de Hardangervidda, en el condado de Vestland. La formación rocosa está situada a 1187 metros sobre el nivel del mar, pero lo que la caracteriza son las vistas que le proporcionan sus 700 metros por encima del lago Ringedalsvatnet, en el fiordo Sørfjorden. El acantilado pertenece al municipio de Ullensvang y está cerca de la ciudad de Odda.
Constituye un lugar único que da una sensación de «cima del mundo» y proporciona una maravillosa vista sobre los paisajes prístinos. El aumento de la popularidad lo ha convertido en un icono nacional y en una importante atracción turística de la región. Hasta 2010, menos de 800 personas visitaban Trolltunga cada año. Sin embargo, en 2016 más de ochenta mil personas realizaron la ruta de 27 kilómetros ida y vuelta desde el pueblo de Skjeggedal.
Trolltunga es un destino muy popular para los excursionistas. La ruta de ida y vuelta por el terreno escarpado y rocoso de la montaña es bastante exigente, aunque se ve recompensada con unas vistas magníficas. Por lo tanto, hay que estar en forma, ir bien equipado y tener cuidado. La alternativa más segura es apuntarse a una ruta guiada.
Si comienzas la ruta desde el aparcamiento de P2 Skjeggedal, debes prever entre 8 y 12 horas para la ida y vuelta de 27 kilómetros hasta Trolltunga. Desde P2 Skjeggedal, camina por la estrecha carretera asfaltada que sube a P3 Mågelitopp, 400 metros más arriba. Este primer tramo tiene 4,3 km y puede llevarte algo más de una hora. Entonces comienza el camino de montaña propiamente dicho: otros 10 km para llegar a Trolltunga.
Al principio, la ruta es bastante llana, sube por un suave valle elevado, y el camino está en buenas condiciones y bien indicado. Al cabo de unos 45 minutos, la ruta asciende por una larga pendiente rocosa hasta el paso de Gryteskaret. Este tramo se considera uno de los más agotadores, pero poco a poco se aprecia la impresionante vista.
Otra pendiente pronunciada te lleva al paso de Trombeskar y a un hermoso valle cubierto de hierba que es popular entre los campistas. El sendero abraza la orilla de un pequeño lago, antes de que se produzca un ligero descenso hasta Store Floren. Pronto verás una impresionante vista de Ringedalsvatnet, el lago del valle que habrás dejado abajo.
Una vez alcanzada la meseta de la montaña, a una altitud de unos 900 metros, el terreno que queda por delante es relativamente llano, con varias subidas y bajadas. Las principales subidas ya han quedado atrás. La caminata continúa por Hestaflåene, un lugar donde pastaban los caballos. Asegúrate de utilizar los puentes para cruzar Endåen y los demás arroyos, independientemente de que estén secos.
El sendero vuelve a subir de forma pronunciada hasta Endanuten. Un poco más adelante, en Tyssehøl, se cruza el cauce de un río que llevaba agua a Tyssestrengene. Esta cascada gemela fue la más alta de Noruega y una de las más magníficas de Europa, con una altura total de 646 metros. Era una de las principales atracciones turísticas del país hasta que, en 1967, las aguas se desviaron a una central hidroeléctrica.
Un poco más adelante, a medida que el sendero se va estrechando, Trolltunga aparece en escena. Encaramada a 700 metros sobre el lago Ringedalsvatnet, es realmente una de las formaciones rocosas más impresionantes del mundo. Es probable que haya cola para bajar a Trolltunga y hacerse fotos. Cuatro escalones de hierro facilitan la bajada al saliente, el lugar perfecto para descansar tras la larga caminata.
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